Antes de que aparezca un deterioro cognitivo, se está expuesto a una serie de factores de riesgo que, si se modifican, pueden reducir hasta en un 40% su aparición cuando se convierten en factores modificadores y de prevención.
Siempre que haya una pérdida con respecto al funcionamiento normal anterior de una persona podríamos estar ante un síntoma de alarma.
Más Información
